jueves, 8 de diciembre de 2011

Carbono en la vía lactea

Fuente: el mundo.es/Rosa M. Tristan

Los diamantes, la piedra más preciada de este planeta, por lo que ha provocado sangrientas guerras, no es exclusiva de la Tierra. Investigadores de las Universidades de Manchester (Reino Unido) y de Ohio (EE. UU.) aseguran en un nuevo trabajo que en la Vía Láctea hay planetas de un tamaño mayor a nuestro -supertierras- que podrían estar compuestos hasta un 50% por diamantes.


El pasado mes de agosto, un equipo de CSIRO (Organización para la Investigación Industrial y Científica de la Mancomunidad de Australia) descubrió uno de estos astros diamante a 4.500 años de la Tierra, con sólo 60.000 kilómetros de diámetro, pero según este nuevo trabajo podrían ser muchos más de lo que se piensa. "Es difícil saber cuántos hay, pero pensamos que suponen un porcentaje de todos los planetas terrestres que existen", señala Wendy Panero a ELMUNDO.es, de la Universidad de Ohio.


Para llegar a esta conclusión, los científicos no miraron hacia el Cosmos, sino que realizaron un experimento en un laboratorio de la Universidad de Ohio, donde reconstruyeron las temperaturas y las presiones que hay bajo la corteza terrestre para determinar cómo se forman estas piedras preciosas y entender lo que pasa con el carbono que hay en otros planetas del Sistema Solar.


Panero y su alumno Cayman Unterborn utilizaron las conclusiones de estos experimentos para construir modelos informáticos de cómo se forman los minerales en astros más ricos en carbono que el nuestro. "Es posible que planetas que tienen como 15 veces la masa de la Tierra tengan hasta un 50% compuesto por diamantes", asegura Unterborn, que presentó estos resultados en la reunión de la American Geophysical Union.


"Nuestras conclusiones sugieren que los planetas ricos en carbono pueden formar una corteza y un manto como ocurrió aquí, pero en su caso el núcleo sería como el acero y el manto tendría una composición muy similar a la de los diamantes", explica Panero. En la Tierra, sin embargo, el núcleo es sobre todo de hierro, mientras el manto es de silicatos minerales procedentes de los elementos que había en la nube de polvo que formó el Sistema Solar.


Estas 'joyas' cósmicas nunca podrían ser habitables. Su química es muy distinta de la que hace posible la vida. El interior se ha congelado con gran rapidez, no hay tectónica de placas, ni magnetismo, ni atmósfera. "Son planetas muy fríos y oscuros", asegura la geóloga.


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miércoles, 30 de noviembre de 2011

H2O y el frio

Fuente: elpais.com

El agua tan abundante en el universo, esencial para la vida en el planeta Tierra, el principal componente del cuerpo humano, elemento omnipresente en océanos, glaciares, ríos y atmósfera, ya sea en estado líquido, sólido o gaseoso, sigue encerrando muchos secretos para los científicos. Por ejemplo: ¿Qué es lo que determina la mínima temperatura a la que se puede enfriar el agua antes de congelarse formando hielo? Dos científicas de Estados Unidos afirman haber encontrado la respuesta y explican que el agua superfría puede mantenerse líquida hasta una temperatura de 48 grados centígrados bajo cero, muy lejos de los cero grados que se considera normalmente el punto de congelación.

Además, han averiguado que la formación del hielo no está controlada exclusivamente por la temperatura, sino que desempeñan un papel esencial los cambios físicos que se producen en la estructura molecular del agua. Emily B. Moore y Valeria Molinero, investigadoras del departamento de Química de la Universidad de Utah en Salt Lake City (EE UU), explican su investigación, basada en modelización de los procesos de agua en ordenador, en el último número de la revista Nature. "Hemos resuelto un rompecabezas muy antiguo acerca de lo que sucede en el agua superfría", afirma Molinero.

La investigación no solo destaca en el ámbito de la ciencia básica, sino que tiene implicaciones prácticas importantes. Por ejemplo, el saber cómo y por qué se congela el agua es un dato crucial para los especialistas en atmósfera que estudian el calentamiento del planeta, porque necesitan determinar cuánta agua está en el aire en estado líquido y cuánta está cristalizada. Esto influye notablemente en la cantidad de radiación solar que absorbe la atmósfera terrestre y, por tanto, es una información clave en los modelos de cambio climático.

El agua líquida es una red de moléculas, cada una formada por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno (el clásico H2O) unidos por lo que se denomina un enlace de hidrógeno. Las investigadoras de Utah explican que, dependiendo de su temperatura y su presión, el hielo de agua tiene 16 formas cristalinas en que se unen las moléculas unas con otras.

Con sus propiedades extrañas, el agua se comporta de modo muy diferente de otros líquidos. Por ejemplo, el hielo de agua flota, mientras que otras sustancias, al congelarse, se hacen más densas y se hunden. Por eso se forma la capa helada superficial en el océano -en las regiones polares- mientras que se mantiene en estado líquido por debajo y a temperaturas más templadas en las que siguen nadando los peces.

"Uno de los rompecabezas del agua aún no resueltos es qué es lo que determina la temperatura mínima a la que se puede enfriar antes de congelarse y formar hielo", escriben las investigadoras en su artículo publicado en Nature.

El nivel posible de congelación está muy por debajo de cero grados: se ha observado agua en estado líquido en las nubes a 40 grados bajo cero y se han hecho experimentos que demuestran que puede existir el agua líquida a 41 bajo cero.

Los científicos saben que si el agua está en contacto con otro material o tiene impurezas, estas actúan como núcleos que inducen la cristalización del hielo, y entonces se congelará normalmente a cero grados. Pero el agua pura, sin agentes nucleadores, puede mantenerse en estado líquido a muy bajas temperaturas antes de que se produzca el cambio de estado. "Para crear lluvia, tienes que hacer agua líquida a partir de vapor; si tienes agua líquida y quieres hacer hielo, primero tienes que formar un pequeño núcleo o semilla en ese líquido", señala Molinero. "Cuando el agua es muy pura la única forma de formar una semilla es por el cambio espontáneo de la estructura del líquido".

El problema, destaca Nature, es que es muy difícil estudiar qué es lo que controla ese proceso denominado de nucleación homogénea del hielo, ya que la cristalización es muy veloz en torno al punto de congelación. De hecho, se había medido la tasa de cristalización del hielo a 41 bajo cero, pero por debajo de esa temperatura el proceso de cristalización es demasiado rápida.

Lo que han hecho Moore y Molinero es investigar ese proceso en condiciones extremas mediante modelización avanzada por ordenador partiendo de datos experimentales.

Aunque han utilizado un nuevo sistema de modelización de la congelación del agua que es 200 veces más rápido que los empleados en estudios anteriores, han necesitado miles de horas de cómputo para simular el comportamiento de exactamente 32.768 moléculas de agua (muchas menos de las que forman una pequeña gota) para determinar los cambios (la capacidad térmica, la densidad y la compresión) del agua al superenfriarse y simular la velocidad de cristalización del hielo.

Su resultado muestra que, al aproximarse los 48 grados bajo cero, hay un incremento notable de la proporción de moléculas de agua enlazadas a otras cuatro moléculas formando tetraedros. "El agua se está transformando en otra cosa, y esa otra cosa es algo muy parecido al hielo, una especie de hielo intermedio", explica Molinero.

"Se produce una inusual caída de la densidad", añade la investigadora, "y un igualmente inusual incremento de la capacidad térmica y de la capacidad de compresión, lo que explica que el agua sea más fácil de comprimir a medida que se enfría, a diferencia de otros líquidos. Esta poco corriente termodinámica coincide con los cambios del agua líquida en la estructura de los tetraedros".

En resumen, que los cambios en la estructura física son los que controlan la tasa de formación del hielo a partir de agua líquida y que 48 bajo cero es la temperatura más baja a la que puede permanecer el agua antes de congelarse obligatoriamente.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Lanzarote = Iceberg

Fuente: EFE/ABC

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Científicos de la NASA dijeron en Chile que vigilan la formación de un gran iceberg, de unos 880 kilómetros cuadrados, equivalente al tamaño de la isla de Lanzarote (España), producto de una fractura que se extiende a lo largo de 29 kilómetros en el glaciar de Isla Pine, en la Antártida.

El avistamiento de la enorme fractura se hizo durante los vuelos de investigación realizados durante octubre por el equipo «IceBridge» de la agencia espacial estadounidense, un conjunto de científicos y técnicos que analizan loscambios en las capas de hieloque cubren la Antártida y Groenlandia desde el año 2009.

«En los vuelos observamos una fisura grande que indica que un gran pedazo de hielo está por partirse. Se trata de una fractura de unos 280 metros de ancho y de unos 60 metros de profundidad, lo que indica que es más alta que la estatua de la Libertad», señaló hoy a la prensa el jefe del proyecto IceBridge, Michael Studinger, en una videoconferencia.

El científico subrayó que la fractura sobre el glaciar de Isla Pine «forma parte del ciclo natural» de conformación de los iceberg en «la zona occidental de la Antártida» -una región «sensible», apostilló-, por lo queno acarrea riesgo ambiental a nivel global.

«Sabemos poco de la formación de estos iceberg porque no observamos con frecuencia estos fenómenos. Es primera vez que sobrevolamos una fisura tan grande. Esperamos que esto ayude a explicar cómo se conforman para poder predecirlas», subrayó Studinger, cuyas investigaciones se prolongarán hasta el año 2015.

miércoles, 5 de octubre de 2011

La Antártida: exploración e investigación

Fuente: Sociedad Geográfica Española | ICOG

Este año se conmemora un siglo de la llegada de Amundsen al Polo Sur, la culminación de lo que se llamó “la carrera de los polos”, y probablemente la última gran aventura de la conquista y exploración de la Tierra.

Hoy la Antártida se ha revelado como un territorio clave para la supervivencia y el equilibrio del planeta. Este enorme territorio helado ofrece a la ciencia grandes oportunidades para el estudio del funcionamiento del planeta y allí están, entre otros, los científicos españoles, realizando valiosas investigaciones.

La Sociedad Geográfica Española y la Fundación Ramón Areces han reunido a tres grandes especialistas en la Antártida en un ciclo de conferencias que abordarán la historia de la exploración polar, los pasos en la investigación científica del territorio y las principales áreas de investigación que allí se desarrollan.

Se trata de una serie de ciclos de conferencias que, bajo el título general de“Mes Geográfico” cuentan con la participación de algunos de los científicos, especialistas y viajeros más destacados en estas materias. En esta edición participan expertos como Jerónimo López, geólogo de la Universidad Autónoma de Madrid y Presidente del Comité Español del SCAR (Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional de 2002) y Miembro del comité organizador el Año Polar, Dolors Vaqué, investigadora del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC y Directora de la revista Scientia Marina y Peter Clarkson, doctor en Geología e investigador del Scott Polar Research Institute de la Universidad de Cambridge, que abordarán la historia de la exploración polar, los pasos en la investigación científica del territorio y las principales áreas de investigación que allí se desarrollan.

Las conferencias que forman el ciclo son de libre acceso y tendrán lugar los días 10 y 19 de octubre a las 19:30 h., en la Sala de Actos de la Fundación Ramón Areces (C/ Vitruvio 5, Madrid).

martes, 6 de septiembre de 2011

Los geólogos también estamos indignados

Fuente: ICOG | Editorial del número 39 de la revista Tierra y Tecnología del ICOG

[....] Pues bien, los geólogos también estamos indignados. Realmente llevamos muchos años indignados y, al ritmo que van los cambios en España, nos queda todavía recorrido. Cuando uno cree que las autoridades e instituciones de gobierno ya han comprendido ¡por fin! quiénes somos los geólogos y a qué nos dedicamos, van éstas y nos sorprenden con decisiones que demuestran su ignorancia —la ignorancia no conoce fronteras, que decía un amigo mío— o, por qué no, su obstruccionismo a favor de otros. Todo ello en unos tiempos en que, según dicen los gobernantes, se pretende aumentar la libertad de competencia profesional. En España, eso no es así, ¡qué falacia! Se siguen privilegiando a ciertos colectivos o situaciones, en perjuicio de profesiones “jóvenes” que molestan. Sí, parece que, en ocasiones, los geólogos molestamos. La situación aquí es más patética si la comparamos con lo que ocurre con los geólogos en otros países. Pero, ¿por qué tenemos que explicar todos los días lo que hacemos y qué utilidad tiene? ¿Por qué tenemos que estar todo el día recurriendo a los tribunales que, dicho sea de paso, nos dan prácticamente siempre la razón? Como decía antes, la ignorancia es una de las causas de esta situación tan inconcebible en un país democrático y tan moderno (?). Pero no nos extrañe, con el poco caso que se hace a los contenidos geológicos en la enseñanza secundaria, el resultado final es ése: ciudadanos y gobernantes (que es lo peor) con una dosis de ignorancia elevada y con una falta de cultura geológica importante.

No crean que digo todo esto sin argumentos, porque argumentos hay muchos, y si no, vean y juzguen por ustedes mismos.

Ayuntamiento de Tres Cantos. Convoca a finales del año 2010 una plaza de técnico de Medio Ambiente y entre las titulaciones exigidas hay varias como, lógicamente, titulado en Medio Ambiente, pero no está la de geólogo. Ya saben, los geólogos no tenemos nada que ver con el medio ambiente. El ICOG recurre la convocatoria y escucha de un funcionario, por supuesto antes de la sentencia, que “los licenciados en Medio Ambiente y en Geología son los mismos” (sic). Qué hacemos, le pegamos, le echamos de su puesto por ignorante o acabamos en los tribunales. ¿Es normal tanto desatino? Pues eso, los geólogos fuimos a los tribunales y, como era de esperar, nos dieron la razón, en julio de 2011, diciendo que: “los geólogos poseen conocimientos, técnica y capacidad en materia medioambiental. Tal capacidad habilita a los geólogos para tomar parte en los procesos selectivos de técnicos de medio ambiente”. El juzgado señala que: “la exclusión de los geólogos supone una vulneración de los principios constitucionales de igualdad y de capacidad que deben regir en el acceso a la función pública”. Al final, el juzgado ha obligado al Ayuntamiento a dictar un nuevo Decreto que permita la participación de los licenciados en Ciencias Geológicas. Pero... ¿para una cosa tan elemental, que es de cultura general, hay que recurrir a los tribunales?

En esa línea, para una plaza similar convocada por el ayuntamiento de Guadalajara, previa presentación de un recurso administrativo por el ICOG, este ayuntamiento ha vuelto a convocar la plaza en el Boletín Oficial autonómico admitiendo que los geólogos pueden presentarse a una plaza de técnico de Medio Ambiente.

¿Quieren otro caso?, pues lean. En el párrafo tercero del preámbulo del borrador del Plan Estratégico del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, presentado en 2011, se incluía el concepto de geodiversidad dentro del de biodiversidad. Y todo, después de que el ICOG logró que se incluyera, con muchos esfuerzos, el concepto de geodiversidad en la ley del mismo título promulgada en 2007. A pesar de ello, dicen que la geodiversidad se puede considerar incluida en la biodiversidad. El Colegio, al que le pareció sorprendente tal decisión, alegó que ambos conceptos, aunque relacionados, tienen su propio significado, tanto desde el punto de vista técnico, como del estrictamente científico, no pudiéndose utilizar uno en sustitución del otro. Al final, con buen criterio, el Ministerio de Medio Ambiente rectificó y separó ambos conceptos. Fue una decisión muy acertada. y esperemos, perdurable.

Por último, todos recuerdan el grave terremoto de Lorca del pasado 11 de mayo y el debate que se desató con motivo de los graves daños ocasionados. Los geólogos nos posicionamos en el lado de la prevención diciendo, entre otras cosas, que era inaudito que no se tuviera un plan de ordenación territorial que previniera este tipo de riesgos. También salió a la luz la necesidad de revisar la Norma Sismorresistente, para cuya labor de redacción se ofreció generosamente el ICOG. Nuestras declaraciones bien intencionadas, sin herir a nadie, las recogieron repetidamente los medios de comunicación. ¡Madre mía, la que se lió! El Colegio de Arquitectos de Murcia, en unas jornadas sobre el terremoto que celebró a comienzos del mes de junio, manifestó que “¿dónde estaban los geólogos hace 20 o 30 años cuando se creó y modificó la normativa relacionada con la seguridad de los edificios en los terremotos? Si tenían tanta idea brillante por qué no la expusieron en su momento". En aquella época, claro que había un representante del IGME en la Comisión de la Norma Sismorresistente, era un ingeniero de minas. El problema no es que fuera ingeniero, sino que lleva fallecido siete años y su puesto en la Comisión no se ha renovado.

Pues eso, que los geólogos parece que molestamos y, por esa razón, estamos indignados

viernes, 22 de julio de 2011

¡¡ Feliz Verano !!


...desde gaia.geo os queremos desear feliz verano, y esperamos que disfrutéis de tan merecidas vacaciones !


viernes, 24 de junio de 2011

Geodiversidad y Biodiversidad

Fuente: ICOG |
El Ilustre Colegio Oficial de Geólogos, en su informe al Consejo Estatal para el Patrimonio Natural, considera "inaceptable" que el nuevo texto del Plan Estratégico del Patrimonio Natural y Biodiversidad incluya el concepto de geodiversidad dentro de la biodiversidad.

"Ambos conceptos, aunque relacionados, tienen su propio significado, tanto desde el punto de vista técnico, como del estrictamente científico, no pudiéndose utilizar uno en sustitución del otro", explica. "No es muy acertado agrupar la geodiversidad como una parte de la biodiversidad", sentencia.

Para ello, el ICOG propone "sustituir el término de biodiversidad por el de patrimonio natural en aquellos casos en los que se haga referencia también a los aspectos relativos al patrimonio geológico y a la geodiversidad". Asimismo considera que las acciones del plan deberían incluir "una explicación más amplia sobre su alcance, para poder ser evaluadas, y posteriormente verificada su realización"

En esa línea mencionan que los indicadores incluidos en el programa de seguimiento son "inconcretos lo que resta eficacia al papel para el que fueron diseñados, por lo que deberían concretarse más".

En relación a las cantidades presupuestarias estimadas en el plan, el ICOG, indica que están "muy desequilibradas a favor de los incendios forestales (49,6%) y, que por el contrario, la asignación a los temas relacionados con la geodiversidad y el patrimonio geológico es escasa (0,66 %)".

Por ese motivo el ICOG estima que la redacción final del plan debe mejorarse para que sea más idóneo. A tal efecto han dirigido informe al Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.

viernes, 4 de marzo de 2011

Hace falta un Servicio Geológico Nacional

Fuente: ICOG / EL PAIS

JUAN JOSÉ DURÁN VALSERO Y ROBERTO MARTÍNEZ ORÍO 02/03/2011

Posiblemente, la inmensa mayoría de los lectores de este periódico no sepan lo que es un servicio geológico, aunque aproximadamente uno de cada cuatro españoles, sabiéndolo o sin saberlo, directa o indirectamente, se ha beneficiado o ha tenido algún tipo de relación en los últimos años con el Instituto Geológico y Minero de España. El IGME, más conocido por este acrónimo, es un Organismo Público de Investigación (OPI) actualmente adscrito al Ministerio de Ciencia e Innovación, que viene realizando las funciones de servicio geológico español desde hace más de 160 años.

Calles con nombres dedicados al propio Instituto o a algunos de sus ilustres representantes, placas instaladas en fuentes y pozos de abastecimiento urbano, incontables expresiones de agradecimiento escritas en las actas de numerosos ayuntamientos de toda la geografía española y decenas de miles de titulares de prensa, dan fe de que el IGME ha sido, a lo largo de su dilatada existencia histórica, un organismo muy querido por la ciudadanía, y sus opiniones y juicios técnicos muy solicitados y tenidos en cuenta por quienes la representan.

Sin embargo, en este momento, apenas un puñado de personas, quizás del orden de centenares, algún millar todo lo más, somos conscientes de que el papel del IGME como servicio geológico nacional está en serio peligro. ¿Qué ha ocurrido para que esas circunstancias hayan cambiado tanto? Si el riesgo es cierto, ¿perdería algo realmente importante la sociedad española y el conjunto de la ciudadanía? La respuesta es sí y vamos a intentar explicarla.

Creado en 1849, mediante decreto de la reina Isabel II, es uno de los servicios geológicos nacionales de mayor solera en la escena mundial. Nació con vocación aplicada, siendo su primera misión institucional la realización del mapa geológico del territorio nacional. En esa tarea ha invertido casi 150 años, con la implicación de varias generaciones de ingenieros de minas y geólogos, y tras su finalización podemos estar orgullosos de ser uno de los pocos países del mundo que posee una cartografía geológica completa a una escala (1:50.000) de detalle suficiente para cubrir un amplio abanico de objetivos.

Sin ánimo de ser exhaustivo, el conocimiento detallado de las características geológicas del territorio nacional permite utilizar mejor y proteger sus aguas subterráneas, fundamentales, en un país con fuertes desequilibrios climáticos como es España, para el abastecimiento urbano de millones de habitantes, la agricultura y la industria, así como para el funcionamiento y mantenimiento de los ecosistemas naturales. También permite este conocimiento geológico evaluar y poner a disposición de las empresas públicas y privadas los diferentes recursos minerales existentes en el subsuelo, como los de carácter energético, minerales metálicos, rocas ornamentales, áridos para la construcción, etc. Y constituye, además, una información básica para el correcto trazado y la ejecución de infraestructuras de carreteras y ferrocarriles.

Un servicio geológico colabora, además, en minimizar los efectos negativos de los procesos geológicos activos, tales como inundaciones, terremotos, deslizamientos, volcanes o hundimientos, entre otros, y contribuye a paliar las consecuencias del cambio climático inducido por el hombre a través de la búsqueda de alternativas para la ubicación de emplazamientos subterráneos seguros para el almacenamiento del dióxido de carbono producido por la quema de combustibles fósiles. Todo ello sin olvidar otras funciones tan importantes como promover y divulgar el conocimiento de las Ciencias de la Tierra, especialmente a través de una de las mejores colecciones públicas de minerales y fósiles existentes en Europa. Tengamos en cuenta que en los últimos diez años casi medio millón de personas, fundamentalmente escolares, han desfilado por el Museo Geominero, regentado por el IGME, disfrutando con su visita e incrementando su admiración y respeto por el rico y variado patrimonio geológico y minero representado en sus miles de valiosos ejemplares. La dimensión nacional se complementa, por su calidad de servicio geológico, con su proyección a escala europea e iberoamericana, a través de la Asociación Europea de Servicios Geológicos, EuroGeoSurveys, y de la Asociación de Servicios de Geología y Minería Iberoamericanos, ASGMI, que permiten su intervención en aspectos legislativos y de cooperación internacional y ayuda al desarrollo.

Sin embargo, en los últimos años, algunos nubarrones han oscurecido notablemente este panorama histórico de logros y bondades. Citaremos únicamente tres circunstancias, que consideramos claves en la situación actual y por cuya superación pasa inevitablemente el futuro del IGME. En primer lugar, la dualidad Organismo Público de Investigación - Servicio Geológico Nacional se ha ido tensionando paulatinamente, en detrimento de las funciones de este último, hasta extremos difícilmente sostenibles; en segunda instancia, la amenaza latente de una nueva Ley de la Ciencia, en la que el articulado posibilita al Gobierno la supresión de cualquier OPI sin mayor trámite que un simple decreto y cuyo borrador ha superado en el Congreso de los Diputados, hace tan sólo unas semanas, el trámite de presentación de enmiendas y afectará de manera inmediata, tras su aprobación, a todos los OPI, IGME incluido; y, en tercer y último lugar, que en este caso es el de mayor importancia, los recortes derivados de la crisis financiera se han traducido en la caída en los dos últimos años del presupuesto del IGME en un 45 %, haciendo peligrar la viabilidad de su existencia.

Estas tres circunstancias son, además de otros detalles que sería excesivamente prolijo enumerar, las que nos hacen pensar, a un nutrido grupo de técnicos, investigadores, empresarios, empleados públicos de diferentes ministerios, comunidades autónomas, diputaciones y ayuntamientos, sindicalistas y gente de a pie, que el papel del IGME como Servicio Geológico Nacional está profundamente herido de muerte. No somos los únicos; hace unos meses, una carta firmada por todos los exdirectores vivos del IGME, entre los que se encuentran, lógicamente, procedencias de todas las sensibilidades políticas mayoritarias, fue dirigida al Secretario de Estado de Investigación, a la sazón actual presidente del IGME, instándole a reconsiderar la línea de destrucción de sus funciones como servicio geológico y a reforzarlas en el papel del IGME ante la sociedad española. Aunque parezca increíble, podría darse la paradoja de que en un contexto de profunda crisis económica en todas las administraciones públicas, que está cuestionando en algunos sectores la viabilidad futura del gasto público, especialmente con motivo de la duplicidad de los gastos autonómicos, se dinamite de manera controlada, uno de los escasos ejemplos modélicos de eficiencia y de cooperación interinstitucional. El IGME es un Servicio Geológico Nacional que ofrece su asesoramiento experto en cuestiones relacionadas con las Ciencias de la Tierra a todas las administraciones públicas (estatal, autonómica y local), en primera instancia y, de manera subsidiaria, al conjunto de la ciudadanía. Si hemos tenido éxito en nuestra explicación, el lector habrá comprobado que los ámbitos de aplicación de su trabajo son muchos, muy variados y con importantes implicaciones económicas, sociales y ambientales. Es fácil imaginar cuánto costaría mantener 17 servicios geológicos autonómicos que realizaran las funciones equivalentes a las que actualmente el IGME lleva a cabo.

Por todo esto, entendemos que hoy, más que nunca, pervive la necesidad de mantener en activo un Servicio Geológico Nacional con un mandato claro y con suficientes recursos económicos, pues afortunadamente posee un capital humano que roza la excelencia. No hay que olvidar que un porcentaje importante de los recursos económicos con los que trabaja cada año proceden de la autofinanciación que proviene de las citadas funciones como servicio geológico. España, por suerte, tiene un buen servicio geológico nacional y no puede permitirse dejar de tenerlo. Menos aún bajo la apariencia de un teórico paso adelante en el ámbito de la modernización de la estructura de la I+D+i, encubierta en la futura Ley de la Ciencia. Todo parece indicar que quien debería verlo no está viendo lo que está pasando ante sus propios ojos, y si lo ve, no está sopesando adecuadamente las consecuencias. Colectivamente no estamos para permitirnos errores de este calibre. Hay que salvar ahora al Servicio Geológico Nacional, hay que salvar al IGME. Este es un mensaje de socorro, mañana será tarde.

Juan José Durán Valsero es geólogo, investigador titular de OPI
Roberto Martínez Orío es ingeniero de minas, técnico superior especialista de OPI.

lunes, 14 de febrero de 2011

Paleontología - Hallazgo

Fuente: EFE - enlace a la noticia


El hallazgo en la provincia de Huelva de una especie de icnofósil descrita en materiales del Plioceno ha permitido a un equipo de investigadores de España, Perú y Estados Unidos relacionar el territorio español con el desierto de Perú.

La importancia del hallazgo radica en la escasez de restos similares hallados en las dos zonas, a pesar de que los investigadores creen que estaban próximas cuando todo el mundo era un supercontinente que se cree que existió durante las eras Paleozoica y Mesozoica.

Así lo ha explicado a Efe el paleontólogo onubense Fernando Muñiz, que se encuentra trabajando en la zona de la Formación Pisco peruana, y ha concretado que el fósil hallado es un "Gyrolithes vidali", datado inicialmente en el Mioceno (7,5 a 5,5 millones de años).

Se denomina Gyrolithes a un tipo de fósil traza o icnofósil que consiste en una perforación perpendicular al plano de estratificación con forma de espiral, y suele encontrarse, según ha detallado, en sedimentos Mesozoicos y Cenozoicos.

Muñiz trabaja en la zona en colaboración con el doctor Raúl Esperante, de la Geoscience Research Institute (GRI) de la Universidad de Loma Linda (California, EEUU) que sufraga la investigación, y el paleontólogo Orlando Poma, de la UPEU (Universidad Peruana Unión).

Esperante lleva ya doce años trabajando en la Formación Pisco y ha publicado datos de fósiles de cetáceos en revistas de alto prestigio internacional, y esta investigación se centra en la paleontología de los sedimentos del periodo geológico conocido como Mioceno Superior aflorantes en el desierto de Ocucaje en Perú.

Este equipo de paleontólogos lleva estudiando estas dos últimas semanas nuevos ejemplares de cetáceos (ballenas), así como las pistas fósiles de parte de la Formación Pisco que estaban sin estudiar hasta la fecha.

Esta primera expedición a las formaciones geológicas del desierto de Ocucaje en Perú pretende a su vez marcar nuevas y continuadas líneas de investigación en el estudio de restos fósiles con una antigüedad de hasta seis millones de años.